Las rutinas para estirar, no son las mismas antes y después de entrenar, diferenciamos entre ejercicios dinámicos y estáticos.
Cuando estirar
- Antes de entrenar
Es recomendable realizar estiramientos dinámicos, que son aquellos que mejoran la flexibilidad del músculo en movimiento. Siendo adecuadas actividades como correr en el sitio, sentadillas sin peso, giros de cuello y brazos. Estos ejercicios aumentan la temperatura corporal y los rangos de movimiento por lo que pueden usarse como parte de un calentamiento general.
- Después del ejercicio
Debemos estirar de otra manera diferente, mediante estiramientos estáticos, para eliminar la contracción de los músculos, para ello debemos estar relajados, respirando a un ritmo normal, lo cual favorecerá la flexibilidad.
No existe una forma única de estirar porque cada persona es un mundo, así que lo mejor será estar atentos a nuestras sensaciones para determinar nuestros propios límites, siempre teniendo en cuenta que deben ser ejercicios lentos y relajados.
Estirar no debe doler, el punto en el que los estiramientos comienzan a doler es dónde se encuentra nuestro límite, no debemos pasarlo. Además la flexibilidad mejora con el tiempo de forma visible, así que notaremos los avances cada día.
Los estiramientos mejoran la circulación de la sangre y favorecen que el oxígeno llegue correctamente a los músculos, combate la rigidez en las articulaciones, es recomendable en la recuperación de algunas lesiones e incluso es una buena forma de combatir el estrés, aliviar dolores de espalda o de cabeza y mejorar la calidad del
sueño.

