No todo el calzado sirve para lo mismo. 

¿Usas el mismo calzado para todo?

Te explicamos por qué limita el avance en tu entrenamiento. 

El calzado de entrenamiento de fuerza tiene como característica  clave la estabilidad de la base.

La suela es rígida o muy poco flexible, y prácticamente plana. Esto brinda total firmeza a la planta del pie, el arco, el tobillo, y rodillas, apoyando toda la cadena muscular hacia arriba favorablemente. 

Este tipo de tenis te ayudan a crear balance sin tambalear a los lados o hacia adelante. 

Por otro lado, el calzado para correr tiene como característica  clave la amortiguación de la base. 

Por la repetición constante de la zancada al correr, deben ser ligeros y flexibles en la suela. 

Esta es gruesa y acolchada en el talón, y se hace delgada hacia la punta. Lo que propicia  el movimiento hacia adelante. 

Usar calzado inadecuado ejerce tensión negativa sobre los pies, los tobillos y las rodillas. Dañando tu postura y cadena muscular. Por ello, será común tener desbalances musculares que provocan dolor o lesiones más adelante . 

Te recomendamos modelos específicos de calzado por tipo de entrenamiento o disciplina. 

Araiz Arriola es entrenadora certificada, y corredora experta con 30 maratones. 

Su top 3 para la disciplina es: 

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